Lo que para muchos es una verdadera bendición, para otros no es más que dolores de cabeza, y es porque han tenido mala suerte a la hora de elegir el coche.
Muchos no sabemos vivir sin él, lo utilizamos para todo, todos los días y a cualquier hora, son coches que no nos dan problemas, coches que no han tenido averías, que no nos ocasionan dolores de cabeza ni de bolsillo. Pero ¿qué pasa con las personas que tienen coches que por una cosa o por otra acaban dando más problemas que alegrías?

Hay muchas de estas, desesperadas por que los coches les están quitando media vida, pero sin dinero para poder cambiarlo, personas que no hacen nada más que repararlos y rezar para que esa sea la solución. Lo único bueno que tiene todo esto es que las piezas que necesitan para reparar los coches las compran en desguaces online y así las compran mucho más baratas. Comprar un coche en ocasiones es una cuestión de suerte, no a todos los que compran un coche de segunda mano les da problemas, no todo el mundo se gasta un buen dinero en reparaciones de coche, esto se puede arreglar.

Lo primero es saber donde se compra el coche y asegurarse de su procedencia, no todas las personas que venden coches lo hacen sin ánimo de engañar a los incautos compradores, hay que desconfiar un poco de los chollos e intentar escapar de las ofertas demasiado buenas. La verdad es que antes se hacía mucho mas, ahora esta mucho mas regulado y hay menos engaños con los años que tiene el coche que se vende o los kilómetros que ha recorrido. Si eres una persona lista cuando vas a comprar un coche de segunda mano, te acompañarás de un mecánico o una persona que entienda aunque poco de coches, para evitar un engaño. Lo mejor es comprar en lugares de confianza y no al primero que te lo ofrezca por la calle.

Comprar un coche es una inversión y si no sabes donde metes tu dinero es muy posible que lo pierdas. Por todo esto hay personas que prefieren el transporte público, hay personas que no quieren tener un coche en propiedad aun teniendo carnet de conducir, hay personas que prefieren vivir sin la comodidad de un coche pero con la tranquilidad de no tenerlo.